El VICIO……….TRANCE MUSICAL

Pues para ser sincera nunca he experimentado trances ocasionados por sustancias, así que si alguien quisiera complementar sería bienvenido, ya que no puedo hablar de alcohol, ni de drogas. Pues me queda la música……
Hay distintos tipos de trances ocasionados por la música, los cuáles pueden develar las personalidades que nos rodean, existe el chico comúnmente de playera negra con audífonos sentado solo en algún lugar recargando sus codos sobre sus rodillas,. Perdido escuchando… quizás nadie sabe que escuche posiblemente algo de rock, algo alternativo, metal… existe una variante aquel que prefiere caminar, comúnmente acompañado por una mochila. Los antros son otro lugar donde pueden experimentarse trances, no falta aquel poseído o poseída sobre todo con la música electrónica. Pero bueno también existe el trance clásico donde esta el señor con cara de sabiduría quizás también llevando el ritmo con la mano y los ojos cerrados. No podemos dejar de lado el trance del coche es genial de esas veces que escuchas “la canción” y ya todo podría terminar ahí sin la menor duda, el camino parece agradable independientemente de que el tráfico este de la chingada, es tanto el gusto por esa canción que a veces se llega a un punto en el que aunque hayas llegado a tu destino te quedas un rato más hasta que termine. Otro trance es aquella propia del músico, la transformación es totalmente camaleónica, y el escenario se convierte en una jungla de sombras, luz y sonido, es físicamente exigente sin embargo independientemente de que tanto se lastimen la garganta o se desgarren los músculos el dolor queda en stand by listo para atacar al bajar mientras tanto el músico le hace el amor al micrófono acariciándolo con su voz. Pero en esos conciertos impactantes generalmente somos espectadores y surge el trance, no importa cuan aplastado te encuentres, que tanto te manoseen, cuanto aire te falte, lo que importa es acercarse al escenario, estar cerca de la reproducción de nuestros sentidos, y la identificación de los sentimientos. Claro existen también conciertos tranquilitos en los que siempre hay personas cantando con la emoción a flor de piel, y aquellas personas románticas que se pierden en sus recuerdos o su imaginación.
Independientemente del trance en el que uno se encuentre musicalmente hablando, creo lo relevante es la sensación de encontrase, la música como todo el arte, es la materialización de lo ideal, la fantasía, y la emoción, sentir que de alguna manera alguien ha pisado alguno de los nervios que nos hacen humanos y lo ha plasmado en algo material, es lo suficientemente relajante e impresionante como para volverse más que un simple gusto por la música una pasión embriagante y adictiva que hacen del sonido el un vicio encantador.