Y EL PRÍNCIPE SE CONVIRTIÓ EN SAPO...

Bueno ayer en toda la experiencia rumbo al centro… me encontré con un libro que suena de lo más interesante creo que el titulo es el mismo de este post, de ahí me lo piratee, y bueno obviamente no lo pude leer mas que el índice y la sinopsis (no tengo suficiente dinero para comprarlo), en términos generales habla un poco o más bien un mucho sobre la decepción de las mujeres debido a la gran tendencia a idealizar a los hombres y bueno todo aquello que sucede cuando uno se da cuenta de quien es quien… también habla sobre los distintos personajes que pueden tomar ante nuestros ojos que van desde la victima hasta al revolucionario… bueno pues a mi me pareció un tanto gracioso y un tanto cierto e interesante. De hecho me recuerda a un excelente ensayo por aquellos que les llegue interesar de Octavio Paz llamado la dialéctica de la soledad que lo pueden encontrar en el libro Laberinto de la soledad, es sencillamente genial a mi punto de vista además de que mi forma de pensar coincide mucho con la forma de tratar el amor en tal ensayo. El caso es que el libro y el ensayo mencionado me hacen pensar en que en verdad hay muchas cosas de por medio en nuestra cabeza antes de que realmente podamos entregarnos a querer a una persona, desde prejuicios sociales, hasta el mismo deseo escondido, de transformar a las personas en lo que nosotros queremos que sean, aquellas veces en las que buscamos convertirles sin saber que lo único que logramos es crear una prolongación irreal de nosotros mismos, y he ahí el punto donde se rompe, surge la monotonía, y además quien puede sentirse cómodo perdiéndose a si mismo por tiempos prolongados, además de que muchas veces se pierde la confianza por el temor de herir. Idealizar a una persona o de hecho a cualquier situación es bastante peligroso, sin embargo no deja de ser humano, creo que a pesar de ello hay que estar conciente de que la gente no esta hecha para cumplir nuestros sueños o caprichos sin embargo puede formar parte de una realidad alternativa en la que podamos asimilar a las personas tal cual son y quererlas de ese modo sin adjudicarles responsabilidades, que no les corresponden. Personalmente he convertido a algunos príncipes en sapos verdes, asquerosos y babosos, con tal de protegerme ya sea el ego o emocionalmente, quizás de un tiempo y unas ideas para acá ya no volverán precisamente a ser príncipes pero chance y si dejen de ser de ser sapos verdes, asquerosos y babosos, y se queden en un punto medio, siendo humanos, hombres, habrá que encontrarles la belleza que realmente poseen por si mismos y no la belleza a través de las ideas, todo depende que puertas de la percepción elijas, y que tan dispuesto estés afrontar las consecuencias de tu elección…. Ahora por eso, mejor escucho THE DOORS.