Wednesday, October 19, 2005

CORAZÓN DE CONDOMINIO II (El vago está aqui)


Corazón de Condominio

El Niño: quise de verdad te quedarás, pero me sobraron años y te falto la credencial de elector para firmar el contrato, y aunque yo era para ti una princesa, o una hechicera me canse de insistir que una bruja como yo no, no era para ti, se que el teléfono fue mortal, ver tu rabia humeando entrar a mis oídos fue letal. Como será igual de letal verte alguna vez tan crecido, y no poder regresar.

El sureño: en caliente y en directo. Apasionado como aquellos que llevan tu nombre. Aprovechado por costumbre, y rechazado circunstancialmente por lo mismo. Aun se que si requiero puños, los tuyos estarían bien dispuestos a romperse. A pesar de que en el auto al llevarte a la farmacia, mis labios no quisieron detenerse en los tuyos. Se que seguirás viniendo, siempre que necesites algo, se que seguiré riendo de la brutalidad de tus pasos.

El del Penthouse: Es todo tuyo, no se nada de ti, solo se de tu rocanrol en mi cabeza, y tu música que hace latir mi corazón de manera epiléptica, ojala que estuvieras más cerca de mi piso… te veo perdido te siento drogado e hinchado en alcohol fermentando tus ideas como en formol, anestesiando la insatisfacción de no hacer nada, más aquello que no te gusta, y dejarlo alegando no era para ti, la cosa es que llevas casi toda tu vida en lo mismo. Y se que no tendrás en tus manos jamás una guitarra, y se que te la cambiaron por una cámara sin zoom…

El del Sótano: y estuvimos peleando, y estuvimos intentando, tuviste que escribir todo aquello que sabía de antemano. Tomar la determinación de darte el peor de los cuartos, mandarte cerca de las ratas, donde pudieras arrastrarte y contorsionarte… yo desde arriba escucho crujir la madera de tus pasos… preguntándome cuando será que caigas o desaparezcas pero a ti… no te importa más…concédeme un último tango lingüístico por favor.

(ENCONTRE AL VAGO)
El invasor: Yo no, tenía la intención, no lo vi venir pero eres un paracaidista que va ganando terreno, quizás pronto te apropies del condominio (por favor), y te di oportunidad, por dármela también. Acostumbrarme a buenos tratos, es una tortura, y escucharte decir, lo que no puedo pronunciar me mata de envidia. Me tocas como si fuera de cristal, y me elevas, pero sin suelo no soy…

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